Está presente en pampas y montes abiertos con abundantes pastizales
altos y terrenos anegadizos, surcados por ríos, arroyos o cuerpos de agua permanentes con alto contenido salino, que aparentemente actúa contolando parásitos intestinales.
A fines del siglo XIX, su distribución era mucho más amplia, hacia el oeste y al sur podía llegar a los 41º de latitud sur. Actualmente ocupa parte de la Mesopotamia, nordeste de la región Chaqueña y note de Santa Fe.
En cuanto a su comportamiento, es solitario, vive y caza alejado de otros miembros de su misma especie, compartiendo con su pareja el territorio delimitado por excrementos y orina. Pero lo curioso es que acepta o otros carnívoros, como el gato montés, el puma y el yaguareté. La pareja tiende a prolongarse durante largos años (monogamia), y ambos defienden su territorio con acciones de amedrentamiento, evitando la lucha directa. Construyen nidos debajo de arbustos, sobre el suelo, con una entrada de 75 centímetros de altura y dos o tres bocas de ventilación. Son utilizados para el descanso, crianza de cachorros y son prácticos miradores de vigilancia del entorno.
Su ámbito original está siendo alterado permanentemente por el avance del desarrollo agropecuario y su persecución por ser considerada especie rara. Por lo cual se requiere de una urgente implementación de áreas protegidas que se sumen a los parques nacionales Río Pilcomayo, Chaco y Mburucuyá, con el objetivo de salvar su hábitat.
En esta tarea estamos involucrados todos, desde los administradores de los recursos naturales, investigadores, educadores, divulgadores científicos y todos aquéllos que puedan sumar esfuerzos. Especie que se pierde, es reserva genética que desaparece del planeta. Y cada una tiene una función substancial en la trama de la vida.
Bibligrafía utilizada: Fauna Argentin Nº 62. Centro Editor de América Latina.
Juan Carlos Chebez. "Los que se van" T.3
